"Pero para que el pensamiento llegue a ser posesión de muchos, no privilegio de unos pocos, debemos eliminar el temor. Es el temor lo que contiene a los hombres - el temor de que sus acendradas creencias resulten engañosas, el temor de que las instituciones por las que viven resulten dañinas, el temor de que ellos mismos resulten menos dignos de respeto de lo que habían supuesto que eran. - "¿Debe el trabajador pensar libremente acerca de la propiedad? Entonces, ¿qué nos ocurriría a nosotros, los ricos? ¿Deben los jóvenes, hombres y mujeres, pensar libremente acerca del sexo? Entonces, ¿qué ocurrirá con la moralidad? ¿Deben pensar libremente los soldados acerca de la guerra? Entonces, ¿qué ocurrirá con la disciplina militar? ¡Basta de pensamiento! ¡Retornemos a las sombras del prejuicio, para que no corran peligro la propiedad, la moral y la guerra! Es mejor que los hombres sean estúpidos, lerdos y tiránicos, y no que su pensamiento sea libre. En efecto, si su pensamiento fuera libre, podrían no pensar como nosotros. Y este desastre debe evitarse a toda costa." Así argumentan los oponentes del pensamiento en las profundidades inconscientes de su alma. Y así actúan en sus iglesias, sus escuelas y sus universidades."

En este artículo se presentan palabras cuyo significado valdría la pena buscar en el glosario, por ejemplo: